Resumen técnico del sendero
- Distancia: 2,1 kilómetros (ida y vuelta)
- Duración estimada: 1 hora
- Dificultad: Baja
- Inclinación: Suave a moderada en algunos tramos
- Tipo de terreno: Suelo firme con zonas húmedas y sombreadas
- Público recomendado: Familias, niños mayores de 6 años, personas con estado físico básico
- Inicio del recorrido: Sector cercano al área de administración
Una caminata entre gigantes verdes del Biobío
El Sendero Los Olivillos es un recorrido corto pero envolvente. Su nombre se debe al olivillo (Aextoxicon punctatum), especie arbórea dominante en este bosque siempreverde, que forma parte del ecosistema valdiviano costero. Al internarse por este sendero, lo primero que se percibe es el frescor del ambiente y el cambio de luz: la vegetación es tan densa que en algunas zonas el sol apenas logra filtrarse.
La ruta permite una caminata relajada, pero a la vez inmersiva. A medida que se avanza, se aprecian musgos, hongos y líquenes que cuelgan de los troncos, recordando que este ecosistema tiene siglos de evolución. Si tienes suerte, podrás escuchar al chucao o al torcaza, aves típicas del bosque templado lluvioso.
Sendero interpretativo y educativo
Uno de los aspectos más valiosos de Los Olivillos es que cuenta con señalética interpretativa. En pocos pasos, puedes aprender sobre la función del bosque en la regulación hídrica, el rol de las especies endémicas y los desafíos de conservación en la región del Biobío.
Además, este sendero es frecuentemente utilizado por escolares y visitantes interesados en la educación ambiental, por lo que es ideal para visitas guiadas y excursiones familiares con niños en edad escolar.
Consejos útiles para recorrerlo
- Llevar calzado cómodo y antideslizante, ya que el sendero puede presentar barro.
- Perfecto para días nublados o soleados, pues el bosque ofrece sombra y frescor.
- Es una excelente introducción para quienes quieren conocer la biodiversidad del parque sin exigir demasiado al cuerpo.
- Lleva tu cámara o celular con batería: los juegos de luz y sombra entre los olivillos generan postales hermosas.