Ubicado en la Región del Biobío, a pocos kilómetros de Concepción, el Parque Nacional Nonguén es un refugio vital para la flora nativa del centro-sur de Chile. Este parque protege uno de los últimos relictos de bosque caducifolio de Concepción, un tipo de ecosistema que ha sido fuertemente reducido por el desarrollo urbano y forestal. Los árboles que habitan en Nonguén no solo representan biodiversidad, sino también historia ecológica y cultural.
Un bosque nativo en peligro y en recuperación
El Parque Nacional Nonguén resguarda más de 3.000 hectáreas de bosque nativo, donde conviven especies endémicas y en peligro de conservación. A diferencia del bosque siempreverde del sur, aquí predominan especies caducifolias, es decir, que pierden sus hojas en otoño, lo que otorga un espectáculo de colores durante el año.
Principales árboles del Parque Nacional Nonguén
Roble (Nothofagus obliqua)
También conocido como pellín, es uno de los árboles más grandes del parque. Puede alcanzar más de 40 metros de altura y es clave para la regeneración del bosque.
Raulí (Nothofagus alpina)
De crecimiento más lento que el roble, el raulí es una especie noble y resistente, muy apreciada por su valor ecológico y maderero. En Nonguén crecen en sectores más húmedos y sombreados.
Tepa (Laureliopsis philippiana)
Un árbol de hojas aromáticas, siempreverde, que aporta humedad y sombra al sotobosque. Se asocia a cursos de agua y quebradas dentro del parque.
Lingue (Persea lingue)
De hojas brillantes y corteza aromática, el lingue es una especie que crece en sectores húmedos y es fundamental para la fauna, ya que sus frutos alimentan a aves como la torcaza y el rayadito.
Canelo (Drimys winteri)
Árbol sagrado para los pueblos originarios, el canelo crece en sectores de mayor humedad. Es reconocible por su corteza blanquecina y hojas brillantes.
Peumo (Cryptocarya alba)
Otro árbol siempreverde del parque. Sus frutos son consumidos por aves y mamíferos, y su sombra favorece la regeneración de otras especies.
Árboles y biodiversidad: un equilibrio frágil
Estos árboles no solo forman el paisaje del Parque Nacional Nonguén, sino que sostienen una red ecológica compleja: refugio para aves como el chucao y el hued-hued, alimento para marsupiales como el monito del monte, y hogar de miles de especies de insectos.
Visita y protege el bosque nativo
Explorar el Parque Nacional Nonguén es una oportunidad única para conocer la flora nativa del Biobío y reconectarse con los paisajes originales de la zona central de Chile. Cada árbol es parte de un ecosistema frágil que merece ser protegido. Recuerda seguir las normas de acceso, caminar por senderos habilitados y no extraer ningún tipo de flora o fauna del parque.